viernes, 7 de diciembre de 2012

Peinados GRATIS a cambio de comida


Si no fuera porque para llegar hasta los tocadores hay que entrar por la reja del Instituto San José de la avenida Padre Tacoronte, nadie diría que el bullicio en el que se mezclan el hilo musical, los doce secadores en quinta velocidad, el rugido del papel de aluminio para las mechas y las confidencias entre peluqueras y clientas proceden de una clase de instituto.
Los profesores se empeñan en que los alumnos que estudian el grado medio de peluquería se familiaricen en clase con un ambiente similar al que se da en cualquier salón profesional. Lo clavan. Una vez dentro, no hay diferencia entre un salón de belleza y la clase, pero con una salvedad: en esta particular peluquería no hay caja registradora. Las clientas no pagan por sus mechas o moldeados. Ellas se ofrecen como modelos a cambio de que los chicos mejoren sus técnicas. A muchos les puede horrorizar ponerse en manos de alumnos en formación, pero el resultado no envidia al de cualquier profesional. La fama de los alumnos les ha llevado a tener sobreoferta de modelos que se ofrecen. Una de las cuatro profesoras que integran el departamento cuenta que ya están dando cita para la segunda quincena de enero.
Ante el éxito de público, un profesor del centro les sugirió a las profesoras que aprovecharán el tirón.
Desde esta semana y hasta el parón navideño piden a sus modelos que traigan comida a cambio del peinado. Siempre de forma voluntaria, la que no pueda no se quedará sin peinar. La idea es recaudar varias cajas y donarlas después a Cáritas del barrio.
Arrancaron el lunes y en uno de los mostradores ya hay una caja con fabada enlatada, caldo de sopa, espaguetis y leche. Es solo el principio. La gente que viene de la calle no conoce todavía la campaña y en el centro esperan que las donaciones se intensifiquen la próxima semana. Rosa Jaramillo, la jefa de departamento, cuenta que los chicos se mostraron encantados cuando les propusieron la idea. La profesora ve muchos beneficios a esta iniciativa.
Por un lado, los chicos se implican en una campaña solidaria y se refuerza su educación en valores -una de las asignaturas transversales de la enseñanza pública-, por otro, los alumnos también ayudan a familias necesitadas del barrio, pero lo más importantes es que los jóvenes conocen la satisfacción de recompensa por el trabajo que cumplen. Las cajas de comida que aliviará la situación de familias sin recursos saldrán de sus peinados.
El instituto San José es el único centro público de la ciudad y uno de los pocos de la provincia que oferta un título de Formación Profesional en peluquería y recibe a jóvenes de toda la provincia interesados en cursarlo. La demanda supera con creces la oferta y muchos de los interesados se quedan fuera. Al tratarse de grado medio, basta con haber superado la ESO para solicitar la preinscripción, pero según cuenta la profesora, no todos los que se matriculan en el primer curso completan el segundo. Muchos se quedan en el camino.
Los chicos inician las prácticas con muñecos en la primera fase, después llegan a las modelos y funcionan igual que una peluquería, solo que aquí las clientas llegan con fabada.

Fuente: Hoy

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